Entre las causas -si es que las hay- de esta derrota se podría destacar el elevado número de pacientes con los que cuenta la enfermería del club: Velasco lleva más de media temporada con problemas en el tobillo, Fernández está a punto de pasar por el quirófano para paliar los dolores de su rodilla y el cuello de Richi no hay especialista que lo consiga recuperar. Por su parte, Izu no se presentó al partido del pasado sábado alegando motivos personales en San Sebastián. Con este panorama, es decir, con un único cambio en el banquillo la Unión no fue capaz de hacer frente a uno de los peores equipos del campeonato y que, para más inri, le ha ganado esta temporada los dos encuentros.
La realidad del equipo es que la Liga se está haciendo larga. Tras descolgarse de la pelea por el ascenso, la motivación no es la misma y la plantilla se está conjurando para hacer un buen papel en la Copa.
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